Drácula, en realidad, es el apodo de un gran príncipe de Valachia (actualmente la parte del sur de Rumania) y su verdadero nombre es Vlad Tepes (el Empalador). Nació en Sighisoara, una ciudad de Transilvania, en 1431. En rumano, dracul significa demonio o diablo y se ganó ese apodo por su técnica predilecta de tortura, el empalamiento. Con esta técnica tan cruel castigaba a los enemigos, a los traidores o a los delincuentes de todo tipo. La figura de este príncipe medieval, con su aire misterioso, inspiró al escritor irlandés Bram Stoker a hacer de este personaje histórico un personaje de novela. Pero Bram Stoker no conocía nada sobre la vida de Vlad Tepes y tampoco sobre su visión o su filosofía. De hecho, sería equivocado pensar que el personaje de Bram Stoker está basado en la personalidad de esta figura histórica. |
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