Esta antigua costumbre de Martisor (diminutivo de martie, marzo en rumano) es propia del pueblo rumano y tiene sus orígenes en las creencias y las prácticas agrarias. Se celebra el primer día del mes de marzo, considerado el principio de la primavera, el principio de un nuevo año agrario y la resurrección de la naturaleza. El 1 de marzo, en Rumania, todo el mundo cuelga en el pecho de todos los conocidos una figurina con una flor o cualquier otro símbolo, atada con un hilo blanco y rojo - el martisor, celebrando la llegada de la primavera, la frescura, la alegría, y la victoria del bien sobre el mal. Se considera que la persona que lo lleva gana poder y salud para todo el año. Martisorul se lleva colgado al pecho todo el mes de marzo. La tradición tiene una antigüedad milenaria. En muchas excavaciones arqueológicas de Rumania se han encontrado martisoare de hace más de 8000 años, piedrecitas de ría pintadas de blanco y rojo que se colgaban al cuello con un hilo de lana, también de color blanco y rojo. El color rojo, color del fuego, de la sangre y del sol, está asociado a la vida y a la mujer. El color blanco, como la pureza de las aguas y del blanco de las nubes, está asociado a la sabiduría del hombre. El hilo del martisor expresa la unión inseparable de los dos principios. Es el símbolo de las fuerzas vitales que crean lo vivo, del interminable curso de la naturaleza y de la continuidad de la vida después de la muerte. El 1 de marzo empiezan, también, Zilele Babelor, los Días de las Ancianas. Los colores blanco y rojo son hasta el día de hoy el símbolo de los dos sexos y se usan para el abeto de boda o del funeral. Pero lo que es esto, otro día… Os envío con cariño a todos un martisor, para que tengais suerte y salud todo este año! |
No hay comentarios:
Publicar un comentario